Sílvia Pérez Cruz y Raül Fernández Miró han hecho un disco nuevo, solos, sin nadie ni nada más, solo voz y guitarras. Un disco visceral, íntimo, para el que han elegido canciones de otros y se las han hecho suyas llevándolas al límite.

Ella es una de las voces más imponentes que han aparecido en los últimos tiempos. Crecida entre canciones populares, educada en el jazz, contagiada por el flamenco y emparentada con el fado a través de una conexión que parece sobrenatural, canta de una forma que solo es suya y hace estremecer. Él empezó siendo un músico indie para llegar a ser, simplemente, un músico. Nada de lo que oye le es ajeno, todo le atrae y de todo aprende alguna cosa que le enriquece como compositor, como productor y como instrumentista.

Sílvia y Raül tienen una cosa que solo es suya. Y no es sólo el repertorio, la intensidad emocional, el sentido de la aventura; la conexión es tal, que se convierten en uno solo y único, diferente a quien son por separado. Raül dice que no ha conocido nunca a otro músico con el que se entienda como Sílvia. Sílvia dice que su conexión con Raül es una cosa animal, que no la tiene con nadie más. Su primera  colaboración juntos giraba alrededor de canciones tradicionales catalanas y latinoamericanas. Ahora todavía cantan canciones populares, pero el repertorio se ha hecho diverso, imprevisible. Se diría que cualquier materia prima les sirve de material conductor para expresar todo lo que es expresable a través de la música. Tan pronto descargan tormentas eléctricas como se hace de día con una luz como de tarde de verano. Las guitarras de Raül son vivas, resonadores de madera y hierro que pueden ser delicados o violentos. La voz de Sílvia, un grito o un hilo, siempre harmónico, conmociona. 

Silvia Pérez Cruz (Palafrugell, Girona, 1983) compuso y grabó su primer álbum en solitario, 11 de novembre (Universal, 2012), por el que recibió un Disco de Oro. Antes había formado parte de infinidad de proyectos, entre los que destacan el disco En la imaginación (Contrabaix/Nuba Records, 2001) con el contrabajista de jazz Javier Colina. Premiada como compositora (Premi Miquel Martí Pol 2009), ha hecho música para danza, teatro y cine. Recibió el premio Goya 2013 a la mejor canción original por "Te busco y no te puedo encontrar" incluida en la película Blancanieves (Pablo Berger). Raül Fernández (Miró, Barcelona, 1976) graba su propia música bajo el nombre de Refree. Nova Creu Alta (El Segell del Primavera, 2013), su séptimo álbum, le ha llevado a fichar por la discográfica del festival Primavera Sound. Como productor ha trabajado para Kiko Veneno, Christina Rosenvinge o Josh Rouse, entre muchos otros. Ha escrito arreglos para Enrique Bunbury y ha sido director musical de La Mala Rodríguez. Entre otros, ha recibido los premios Ciutat de Barcelona (2009) y Puig Porret de la crítica (2005).