Se tiene noticia de que la máquina real viajó al Nuevo Mundo; concretamente hay datos de su presencia en el Río de la Plata, y no sería difícil imaginar que cuando estos muñecos dejaron de usarse, pudieron acabar abandonados en un viejo teatro de Montevideo, adonde quizá llegarían desde el Buenos Aires colonial. Esta hipótesis ha sido el punto de partida del proceso que ha dado lugar a la pieza que van a ver. Esto, un puñado de escenas de obras de Lope, Tirso y Calderón (Don Gil de las calzas verdes, El gran teatro del mundo, El burlador de Sevilla, El caballero de Olmedo, El perro del hortelano, La vida es sueño, Fuente Ovejuna) y los restos de los títeres que usamos en nuestros espectáculos anteriores.El resultado es una fantasía construida a partir de datos históricos y autobiográficos en la que el protagonista nos invita a acompañarlo en un viaje por su vida y por el teatro del Siglo de Oro, con sus historias de amores y desamores, celestinas hechiceras, príncipes encadenados y pueblos rebelándose contra la injusticia.

Un viaje a ninguna parte. Pero este bululú no es un monólogo dramático sino un diálogo con el público donde los mayores disfrutarán recordando las historias de Segismundo, don Juan o el pueblo de Fuente Ovejuna, y los pequeños tendrán la oportunidad de acercarse a nuestro patrimonio teatral de una manera lúdica e interactiva.

A partir de textos de Lope, Tirso y Calderón

Dirección y dramaturgia: Claudio Hochmann

Actor, manipulador y músico: Sergio Adillo

Concepción y fabricación de los títeres: Jesús Caballero

Recomendado para niñ@s a partir de 8 años y público familiar