El sueño de la razón es la tercera coproducción del TCM con compañía murciana de reconocido prestigio. La acción se desarrolla en las últimas semanas de residencia de Goya en Madrid, justo antes de autoexiliarse en Francia, Burdeos, en diciembre de 1823. Son tiempos sombríos para el pintor, viejo y pesimista acosado por sus miedos, fantasías grotescas y contradicciones vitales de las que su mujer Leocadia es punto de mira. Goya escapa a sus obsesiones a través de su pintura más oscura, "las Pinturas Negras", en las que plasma a sus propios fantasmas y la presión cruel, absolutista, represiva y asfixiante de Fernando VII, que acosa a los simpatizantes de la Ilustración, liberales como él. En El sueño de la razón el público se vuelve sordo cuando Goya está en escena, pues no oye el dialogo de los demás personajes, o solo los sonidos alucinatorios de su mente. En las pinturas que se incluyen en escena, desde el juego creativo propuesto por el escenógrafo Ángel Haro, la propia materia pictórica tiene un espacio significativo tanto en la evocación de los cuadros de Goya como en el espacio físico de actuación. Las proyecciones configurarán un imprescindible elemento estético y de comunicación. Ferroviaria asume como propios los argumentos del autor de la obra, que define su puesta en escena como Obra Total. Un espectáculo que mezcla necesariamente varios lenguajes, todos necesarios, todos pertenecientes a la realidad vital del protagonista que, traducidos teatralmente, conforman un tejido riquísimo de sensaciones para el espectador.