Realizar un montaje fin de carrera en la Escuela Superior de Arte Dramático es ilusionante por diversos motivos. En primer lugar, porque es un proyecto realizado por alumnos de interpretación que han querido ir más allá de sus obligaciones y responsabilidades en el aula y han elevado el nivel de exigencia para producir un espectáculo con la intención de ser mostrado fuera de la protección que ofrece el espacio académico. En segundo lugar, porque nos encontramos ante un texto que no deja indiferente a nadie. El texto original de Jordi Teixidor, El retablo del flautista, y la música de Carles Berga han sido un estímulo para todos: la resistencia del pueblo, víctima desamparada ante la corrupción de sus dirigentes, solo preocupados por su propio bienestar. En tercer lugar, porque este proyecto es la culminación del trabajo de un grupo de estudiantes que termina la carrera de Interpretación Musical y se encuentra al borde de la oscuridad que conlleva la profesión del actor, entre la ilusión y el futuro incierto. Por todas estas razones, es el deseo de todos, al acabar este año académico, poder seguir disfrutando de esta maravillosa experiencia y poder seguir trabajando en un espectáculo que ha aunado entusiasmo y responsabilidad. Para llevar a cabo este proyecto, hemos contado con el apoyo de la ESAD de Murcia, que en su programa de estudios ofrece una formación académica completa, respaldada por profesores en diversas áreas que conforman un equipo técnico y artístico del que los estudiantes se han empapado durante su entrenamiento y que ahora tiene reflejo en esta puesta en escena. Gracias a este tipo de trabajo, que nace de la ilusión colectiva y el amor de cada uno de nosotros por el arte de actuar, renovamos nuestros sueños y nuestro respeto por el teatro.