Mientras miren es una metáfora de la llamada prosperidad del primer mundo, dos personajes cuidan la entrada de una discoteca, dentro se celebra una gran fiesta, ellos son los encargados de proteger a la gente selecta que disfruta ahí dentro, pero…¿Quiénes son ellos? ¿En nombre de quién realizan ese trabajo? ¿Cuánto les corresponde de ese gran pastel? Ellos no son más que los encargados de cuidar que la fiesta siga y no les corresponde nada, sólo quieren conservar su trabajo para sobrevivir, y si para conservarlo hay que discriminar a los que están fuera, si hay que demonizarlos y atacarlos, estarán dispuestos a hacerlo para conservar ese anhelado trabajo que quizásalgún día les lleve a disfrutar de la fiesta.

La obra plantea un juego de poder en el que aparentemente uno de los personajes examina a su compañero que viene a su primer día de trabajo como “portero de la discoteca”, la crueldad de la escena en la que los personajes solos, arrojados a un espacio donde deben defender algo de lo que ni siquiera participan. Algo tan común en este Turbo-capitalismo en el que ya hemos dejado de cuestionarnos, la ética y la utilidad de determinados trabajos.

La puesta en escena resalta las características de este texto de Ernesto Caballero y recrea a través del espacio sonoro esa gran fiesta, todo el trabajo está basada en el juego entre los dos actores que irán recreando esa entrada a la "Gran fiesta".

Texto: Ernesto Caballero

Dirección: Karina Garantivá

Intérpretes: Fran Antón y Toni Márquez