29 DIC 2016

El Teatro Circo Murcia y el Romea presentan su programación para el periodo febrero-junio de 2017.

Se presenta un cartel con 59 funciones de teatro, 27 de música, 31 enmarcadas en el Ciclo Microscena, 3 de ópera, 6 musicales, 7 de circo, 4 de danza, 5 de magia, 3 de humor y 3 zarzuelas.

Como novedad, destacar la conversión que sufrirá el Circo durante la semana de Fiestas de Primavera, adaptado a sala de conciertos en la que el público podrá disfrutar de pie de directos protagonizados por Neuman, León Benavente y Fuel Fandango, acompañados por grupos locales como Viva Suecia, Poolshake y Meat Pies y Djs. 

También se le da continuidad al ciclo Escena de aquí, destinado a la presentación de trabajos de la ESAD, compañías murcianas o compuestas por murcianos.

Una oferta que permitirá a los espectadores el reencuentro con algunos de los grandes nombres de la escena española que llevaban años alejados de ella; este es el caso de Julia Gutiérrez Caba, a quien hay que agradecer que haya hecho un paréntesis en su jubilación voluntaria para interpretar, junto a Miguel Rellán, Cartas de amor, de A. R. Gurney, en versión y dirección de David Serrano. La cita con esta gran dama del espectáculo será el 4 de febrero en el Romea. Su escenario también acogerá, los días 18 y 19 de febrero, El perro del hortelano, de Lope de Vega, un montaje que lleva el sello de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), dirigida por Helena Pimenta, y que cuenta con Carmelo Gómez encabezando el reparto. Hermosa, tierna, divertida, oscura, luminosa, vibrante, bruta, triste, alegre, aristocrática y popular, esta comedia atrapa al espectador desde el primer momento.

Regresa la aclamada compañía Cheek by Jowl, dirigida por Declan Donnellan, para representar Cuento de invierno en el Romea. Y de Lope a uno de los autores españoles contemporáneos más interesantes, Alfredo Sanzol, responsable también de la dirección de una de sus obras más celebradas, La respiración, que triunfó en el pasado Festival de San Javier y que permite ver el excelente trabajo de su reparto, que incluye a Verónica Forqué y Martiño Rivas; será el 17 de febrero en el Circo. Y nos vamos de estreno: César Oliva, asesor de lujo del Circo y del Romea, vuelve a colaborar con la compañía La Ruta Teatro, de la que es productor el también murciano Juan Pedro Campoy, para subir a escena, en esta nueva ocasión, Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán-Gómez, y que protagonizarán, entre otros, Carlos Iglesias y Cristina Marcos. La obra, montada en coproducción con ambos teatros murcianos, se estrenará el 3 de marzo en el Circo. Su argumento cuenta los avatares de una familia de clase media en Madrid durante la Guerra Civil, pues comienza días antes de la sublevación del 18 de julio, y termina poco después del 1 de abril de 1939. Esa familia, sus vecinos, y las particularidades cotidianas, ofrecen una mirada alejada, pero certera, de cuanto vivió la España de entonces.

Otro éxito de público garantizado: Los vecinos de arriba, la primera incursión en el teatro del laureado cineasta Cesc Gay. Una comedia muy divertida que protagoniza, entre otros, la popular Eva H, quien se enfrenta a una sustitución muy complicada, ya que Candela Peña, que incomprensiblemente abandonó el reparto en pleno éxito, dejó el listón muy alto.

Y el 10 de marzo, otra comedia repleta de rostros conocidos. Se trata de La mentira, de Florian Zeller, que protagonizan Natalia Millán, Carlos Hipólito, Armando del Río y Mapi Sagaseta; todos ellos a las órdenes de Claudio Tolcachir, del que se acaba de ver en el Romea otro de sus últimos montajes: Tierra del Fuego, un texto excelente de Mario Diament al que no supo sacarle el menor partido la actriz Alicia Borrachero, dando lugar a una de las decepciones de esta temporada.

Dos actores de primera fila, Blanca Portillo y José Luis García-Pérez, han sido los elegidos por el dramaturgo y director de escena Juan Mayorga para dar vida a los personajes de su obra El cartógrafo. El público podrá juzgar si ha acertado o no el sábado 1 de abril. Un mes que irá llegando a su fin, el viernes 28, con el escenario del Circo dando la bienvenida, por primera vez, a Aitana Sánchez-Gijón, quien protagonizará una lectura dramatizada de Medea, de cuya versión y dirección es responsable Andrés Lima. Medea se programa dentro del nuevo ciclo titulado A solas. Durante su actuación, la actriz habla con el público, explica el porqué de esta propuesta, le cuenta el mito de Jasón y los Argonautas y, mezclando algo de lectura con mucha interpretación, da voz a todos los personajes, entre los cuales emerge Medea despojada, poderosa, terrible y dolorosamente humana.

Un espectáculo curioso es el titulado Cáscaras vacías, de Magda Labarga y Laila Ripoll, quienes también asumen su dirección. Se podrá ver el 29 de abril, programado dentro del Festival Venagua. Esta propuesta es una red de historias tejidas con testimonios de la Operación T4, nombre en código que los nazis dieron a su programa de eutanasia destinado a eliminar a personas con alguna discapacidad, a quienes consideraban «vidas indignas de ser vividas», «cáscaras vacías», y cuyas primeras víctimas fueron niños. El castillo de Hartheim fue uno de los lugares donde esta operación se llevó a cabo. Seis personas que habrían sido asesinadas en el castillo de Hartheim contarán al público sus vidas en él.

Y he aquí un actor que les dejará clavados en la butaca: Oriol Pla. Él es el protagonista de Ragazzo, de Lali Álvarez, una pequeña joya que llegará al Romea el 19 de mayo. Dedicado a la memoria de Carlo Giuliani, asesinado en Génova el 20 de julio de 2001, ‘Ragazzo’ es, según su autora, «un grito a la vida, a la dignificación de las historias personales, a la reivindicación de la memoria colectiva y de la Historia que los amos del mundo nunca escribirán por nosotros». Pasamos de un actor revelación a otro consagrado: Josep María Flotats, quien junto a Arnau Puig, y bajo su propia dirección, pone en escena Serlo o no. Para acabar con la cuestión judía, de Jean-Claude Grumberg; la cita, iluminada por Albert Faura, será el 25 de mayo.

El Circo mantiene su apuesta por la escena infantil, y la atención a quienes serán los espectadores del futuro, con el ciclo Al teatro en familia; así como por los espectáculos de circo, de danza y de humor. En junio, su escenario acogerá el ciclo Los mejores espectáculos de Yllana , con el que se cerrará la temporada transformando el patio de butacas en una especie de club de cabaret con mesas y servicio de copas. 

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